jueves, 1 de mayo de 2008

ENTREVISTA A JAIME HUENÚN SOBRE GABRIELA MISTRAL


(Por Rodrigo Cabrillana Godoy)

Dejando de lado a Gabriela Mistral como un ícono del Premio Nobel de Literatura y al enfocarnos netamente en su obra, ¿Cuál es su experiencia cómo escritor en relación a la obra literaria que nos legó esta poeta chilena?


Gabriela Mistral es una poeta o poetisa, como se le quiera llamar, de gran calibre, ya que es una figura fundamental en la poesía hispanoamericana del siglo XX. Ella es fundamental porque no sólo instauró y desarrolló una línea poética significativa y recocida, sino porque además se dedicó a pensar América, a reflexionar en torno a este continente y a sus problemáticas, desde puntos vista, político, etnográfico, filosófico y desde un punto de vista educacional sobretodo. Gabriela Mistral de alguna manera fue creciendo en el exilio porque que es una poeta que tuvo que irse del país por ciertas situaciones para ella muy dolorosas y que tuvo la suerte de acogerse bajo la diplomacia chilena, es una de las poetas diplomáticas, dentro del gran marco de poetas diplomáticos que se ha dado en el transcurso de la poética chilena del siglo XX. La diplomacia fue su puerta de escape para salir del país, pero se llevó consigo a un Chile permanente, dentro de su literatura, de su escritura, pero por otra parte hizo ingresar a su escritura todo el resto de América, México especialmente, entonces creo que es una poeta, todavía, insuficientemente conocida, paradojalmente, insuficientemente conocida como poeta, como escritora, más conocida como un ícono, como una especie de símbolo, de madre de la patria, de efigie que aparece en los billetes de cinco mil pesos, pero Gabriela Mistral ha tenido la paradójica suerte de tener todos esos reconocimientos como figura cotidiana dentro de lo que es el país, en donde aparece como la gran maestra, la profesora modelo, la poeta religiosa y sin embargo, carecer ella como escritora de un público lector que sí conozca, que se interiorice de manera cabal con su trabajo literario. Creo que es una poeta vigente, pero todavía, digamos, es una poeta desconocida para la gran mayoría de los chilenos.

Se habla mucho de la ternura y del amor por los niños, de la eterna agonía romántica que poseía la obra Gabriela Mistral, ¿Cómo se relaciona su figura con el actual movimiento de la poesía mapuche femenina?


Creo que los tiempos son obviamente distintos, Gabriela Mistral empezó a escribir a comienzos del siglo XX, empezó a escribir en un país, donde generalmente la escritura de mujeres no era por lo menos promovida. Empezó a desarrollar una escritura en un país donde las mujeres tenían una función específica, donde tampoco tenían derecho al voto republicano, por lo tanto, su labor fue la de abrir un camino para intelectualidad femenina del país. Su poesía, creo, fue tergiversada, tanto por el momento histórico que estaba viviendo en ese periodo de 1910-1930. Tergiversada en sentido de que se le dio énfasis a lo policiaco, la crónica roja, lo que tenía que ver con los amores frustrados, los suicidios de sus posibles amantes, entonces la poesía de Gabriela Mistral en ese periodo del libro Desolación, es una poesía, leída con los códigos culturales de una época en que se trataba de sacar el máximo de símbolos femeninos en la escritura, o las visiones femeninas, entendidas como visiones de mujeres fundamentalmente románticas e interesadas en el amor de pareja, en la filialidad en la fidelidad, etcétera. En ese sentido la poesía de Gabriela Mistral sufrió la lectura de ese instante, siguió sufriendo esa lectura en los instantes posteriores que la encasilló como la poeta trágica, de amor trágico, o como la poeta del amor filial a los niños, la poeta inventora de rondas, de canciones de cuna, etc. En un periodo histórico en que tal vez, esas imágenes eran necesarias, de algún modo con eso se le permitía a ella ingresar al espacio de los poetas, siendo, digamos, la representante de la feminidad, la maternidad, el amor trágico, etc. Sin embargo, hoy sabemos que Gabriela Mistral era un torbellino, una persona de mucha complejidad tanto psicológica como intelectual, de pensamiento y también de posiciones, se plantea hoy en día que Gabriela Mistral efectivamente fue una persona lesbiana, lo que se ha planteado abiertamente a partir de sus escritos y a partir de los documentos que se han desclasificados últimamente, pero eso digamos, que obviamente no entraba en las coordenadas culturales de la época. Al hacer un paralelo entre esos elementos que estaban presentes en los tiempos de la vida de Gabriela Mistral con la poesía femenina Mapuche, creo que hay algunas coincidencias y otras que están inevitablemente separadas por el tiempo, el momento histórico, la sensibilidad estética, que prima en estos momentos. Las poetas mujeres mapuche, siguen teniendo una posibilidad, de alguna manera, de arraigarse en su cultura, se les conoce como poetas mapuche precisamente por que tiene la posibilidad de estar enmarcadas en una identidad cultural y étnica especifica. Gabriela Mistral también tuvo esa postura, ella se declaró muchas veces diaguita, indígena nortina, y escribió mucho sobre los indígenas latinoamericanos también, pero ella obviamente era una escritora que tenía otra formación, ella era una escritora formada por la Biblia antigua, por el Pentateuco, por lecturas como las de José Martí, por el modernismo literario latinoamericano, y en ese sentido, creo que hay diferencias, porque las poetas mapuche tienen otras lecturas, otro tipo de tendencias estéticas.
En el caso de Roxana Miranda Rupailaf, ella descontruye los códigos bíblicos, cosa que también hacia Gabriela Mistral, pero ella era una creyente, en el caso de esta poeta mapuche, ella de alguna manera ironiza de estos aspectos de estos códigos culturales provenientes de la Biblia. Gabriela Mistral, no ironizaba, ella hacia tragedia poética y tomaba estos referentes como elementos para sustentar su posición como escritora con su estética, entonces creo que es posible establecer varios paralelos como así también divergencias en lo que es la poesía de la Mistral y la de las poetas mapuche. Entre los paralelos, creo que la condición de género está presente, esta especie de tendencia a aceptar una identidad indígena en este caso, Latinoamericana en Gabriela Mistral y en el caso específicamente mapuche, de las poetas actuales provenientes de la etnia mapuche. Está también esta cosa importante, que es el hecho que una mujer se desarrolle en la escritura, cosa que también es nueva en el contexto chileno de la época, así como también es nuevo para las poetas mapuches desarrollarse escrituralmente, ya que hace 20 o 30 atrás, las mujeres mapuches no se conocían como poetas, no habían muchas figuras, por no decir, que no habían ninguna, por lo menos, visible únicamente.

¿Cómo podríamos mejorar el legado y la visión que tenemos de Gabriela Mistral los chilenos?


Yo creo que imposible mejorar el legado de Gabriela Mistral, el legado está ahí, son sus textos, son los libros, los libros de prosa, los recados, los mensajes periodísticos, creo que, lo que se puede hacer es acceder de manera más masiva a esta obra escrita, y por otra parte también a tener un mayor conocimiento de la persona, de la biografía, de esta sujeto poeta, ya que si bien es cierto la obra literaria en sí, es importante, como producto de un escritor, que debiese hablar por él, digamos, es inevitable tener que acudir a la biografía de un escritor para poder comprender ciertos trabajos, ciertos poemas, ciertos libros en este caso, ciertas inclinaciones, ciertas tendencias, o ciertos modos de enfrentar la escritura, es decir, la biografía también es determinante en el proceso escritural de cualquier autor, creo que conocer mejor a Gabriela Mistral, sería que el público tuviera la posibilidad de acceder de manera más plena a su legado literario, cultural y biográfico, creo que hacen falta más estudios desprejuiciados y menos ortodoxos porque hasta el momento, Gabriela Mistral sigue siendo una especie de poeta que ha sido decodificada desde el punto de vista del cristianismo, fuertemente y lógico, ella tenía su vinculación y una fuerte fe muy compleja, no es una fe común y corriente, no es una fe sin preguntas, pero también tuvo una vida azarosa, vivió lo que es para mí un exilio elegido, vivir como una errante por el mundo como diplomática, que le permitió digamos eso. Hay muchos aspectos que hay que conocer de Gabriela Mistral, o sea la parte personal, su vida erótica amorosa, su vida como profesora, su vida como diplomática, su vida como escritora, como sujeto de interacción social, de qué manera se enfrentaba a los contextos literarios en que los se empezó a desarrollar, su largo periplo por los países del mundo.

¿Sin duda sus alianzas políticas y estos largos viajes por el mundo la llevaron a obtener el Nobel de Literatura?

La consecución del Premio Nobel es el gran tema para la poesía chilena, la cuál también tuvo que establecer alianzas, contactos, vínculos, establecer amistades. Cuando hablo de poesía chilena, estoy hablando en este caso, de dos representantes del Premio Nobel: Neruda y Mistral. Los dos hicieron practicamente un camino semejante. Empezaron a desarrollarse políticamente, literariamente, a través de su periplo por el mundo, sus viajes por el mundo, sus destinaciones como diplomáticos. Por tanto, mucho de lo que ellos lograron en términos públicos, también se lo deben inevitablemente no solamente como grandes poetas, sino también como grandes diplomáticos de sí mismos, de alguna manera, ¿no? ¿Qué hubiese sido de Pablo Neruda si se queda en Temuco?, no creo que hubiera podido avanzar mucho en el desarrollo de su poética, a pesar del inmenso talento que podía haber tenido, y avanzar en el reconocimiento a su obra. De alguna manera, los poetas están sujetos a todo este intercambio, a todas estas relaciones que van posecionando sus trabajos. Es distinto que un gran escritor europeo como García Lorca por ejemplo, haya dicho que Neruda es una especie de fenómeno de la poesía de la lengua castellana, y que era prácticamente el sumo de la poesía en idioma español, a que eso mismo lo hubiera dicho por ejemplo un profesor de provincia. Hay diferencias por una cuestión de poderes contextuales, hay un sujeto que tenía un poder cultural bien específico concreto e irradiador, que en este caso era García Lorca y otros más que empezaron a alabar la poesía de Neruda. Lo mismo ocurrió con Gabriela Mistral cuando se fue a México, tuvo una especie de consagración iberoamericana. Ella se consagró en México como la poeta de América, y eso se logró con su vinculación con los políticos de ese país, con el Presidente. Por eso, creo que los poetas han tenido que hacer ese doble trabajo, por una parte escribir poesía, por otra parte tener que sobrevivir como seres humanos dentro de esa sobrevivencia establecer relaciones con el mundo cultural y generar posibilidades de reconocimiento para su obra, y eso se ha logrado gracias a la posibilidad que tuvieron de salir del país. Primero de venirse a la capital, porque tanto Gabriela Mistral como Neruda eran provincianos, ellos tuvieron que venirse aca. Entonces, si podemos decir que ellos estuvieron haciendose “autobombo” toda la vida, pero es inevitable en un contexto de ejercer un oficio tan voluble, a veces tan problemático como es el de poeta. Hay muchísmos poetas acá en Chile, pero no todos son conocidos. El reconocimiento se logra a través de una serie de trabajos extras: Que tienen que ver con la diplomacia, con las relaciones sociales, con los viajes, con la prensa, con la Academia, con la reinstalación, etc… “Los campos culturales…” como dice Bordieu, el sociólogo francés, “… en como el poeta tiene que instalarse en diferentes campos culturales y de ahí empezar a generar relaciones que le permitan relevar su obra, instalarla y validarla…”

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